La vida…
| 4 setembre 2013La mayor parte del tiempo los seres humanos nos sentimos seguros. Por medio de la religión hemos sentado bases para lo más temido: lo desconocido. Pero en esta práctica, hemos creado límites para nuestra mente; el sólo pensamiento de que después de la muerte seguiremos existiendo nos da una seguridad que de otro modo no podríamos tener, sin embargo esta seguridad nos ha dado la idea de que somos seres perfectamente definidos y que no podemos sobrepasar los mismos límites que hemos creado, por lo tanto en el caso de que algo rompa estos límites, le tememos, y en un intento de defender nuestras creencias existenciales lo borramos de nuestra mente de cualquier forma posible.
Sin embargo, la vida es muy peculiar. Nuestra propia conciencia puede a veces liberarse de los límites, aunque sea en una muy pequeña parte. A veces, cuando nos miramos en el espejo, y analizamos nuestra vida desde un punto de vista externo, podemos ver cosas horripilantes… Podemos ver que realmente hemos actuado sin saberlo. No hemos tomado nuestras propias decisiones, todo simplemente ha pasado de alguna forma. Somos máquinas, y nuestro único propósito es sobrevivir, pasar la vida, pero a veces nos parece que no somos nosotros quienes pasamos la vida, sino que somos simples espectadores en un universo donde todo ya está decidido, y donde no podemos concebir la idea de que al terminar la vida, se termina todo.
Manel